
Tras su asesinato una noche de diciembre en Nueva York, John Lennon se convirtió en leyenda y símbolo de una época, que sigue siendo objeto de libros y películas al cumplirse 30 años de la muerte.
El ex-Beatle se había convertido desde hace tiempo en pacifista casado en segundas nupcias con la japonesa Yoko Ono y padre atento a su hijo Sean, cuando fue baleado por la espalda el 8 de diciembre de 1980 frente al “Dakota”, el edificio del barrio residencial donde vivía sobre Central Park. Acababa de cumplir 40 años, y hubiese tenido 70 el 9 de octubre pasado.
El asesino, Mark Chapman, un joven inestable que en ese momento tenía 25 años, admitió la autoría del homicidio y dijo que quería llamar la atención.
Condenado a cadena perpetua, está detenido en la cárcel de Attica, al norte de Nueva York. Se le negó seis veces la libertad condicional, la última vez en septiembre pasado.
Yoko Ono se opone a la liberación del asesino de su marido, por temor por su propia seguridad y la de su hijo Sean Lennon que tiene 35 años.
Cada año, los admiradores se dan cita el 9 de octubre y el 8 de diciembre en una zona de Central Park bautizada “Strawberry Fields”, por el título de una canción de los Beatles. Un mosaico en el suelo lleva la inscripción “Imagine”, uno de los temas más famosos compuestos por Lennon en 1971 tras la ruptura de los “cuatro chicos de Liverpool”.
La primera biografía filmada sobre el más famoso de los Beatles, “Nowhere Boy”, obra de Sam Taylor-Wood, se estrenó en octubre pasado en Estados Unidos, coincidiendo con los 70 años del nacimiento del músico. (Internet)